Mar. Mar 19th, 2024

¿Qué es un trasplante de pelo, quién puede realizárselo y cuáles son sus principales beneficios?

La solución definitiva a la pérdida de cabello o alopecia. Esa podría ser una de las frases definitorias más acertadas y sencillas sobre el trasplante de pelo o implante capilar. Sin embargo, entender cómo funciona esta intervención quirúrgica es esencial para reconocer si se necesita o no.

Trasplante capilar

Como su nombre lo indica, el trasplante de pelo es un procedimiento quirúrgico con fines estéticos donde se extrae cabello -denominado unidades foliculares por los especialistas de ese ramo- de zonas donde todavía exista, en pacientes con alopecia androgenética, para luego implantarlos en las zonas de la cabeza en las que se quiere corregir el problema de la pérdida del cabello.

Este procedimiento permite que la calvicie desaparezca, por razones obvias de la implantación; pero también permite al largo plazo que el cabello se fortalezca, que vuelva a crecer y que se generen resultados permanentes, razón por la que la frase inicial tiene sentido, ya que evidentemente representa una solución definitiva para los problemas asociados a la calvicie o pérdida del cabello por alopecia androgenética -la causa más común-.

Personas que pueden realizarse un trasplante de pelo

Desde luego, es un tratamiento estético que se asocia directamente a las clinicas de trasplante capilar en Estambul, por ser los centros clínicos con mayor experiencia en este tipo de intervenciones, por tener precios que son incomparables -por lo bajo- a los que ofrecería cualquier otra clínica en países como España, y por mantenerse a la vanguardia tanto en la formación de sus especialistas como en las innovaciones tecnológicas.

Sin embargo, antes de que las personas busquen los servicios de estas clínicas o decidan ponerse en manos de un cirujano especializado en el implante capilar, es importante que cada paciente reconozca si es apto o no para que esta intervención sea realizada, ya que no siempre será así.

Un paciente apto debe ser ante todo, mayor de edad. Después de eso, debe ser un paciente que ya haya padecido de todas las etapas de la pérdida del cabello o alopecia -es decir, que no siga perdiendo cabello- y que, además, tenga una zona desde la que se puedan extraer las unidades foliculares que se implantarán en las zonas receptoras. Si todas esas condiciones se cumplen -aunque eso no evita que sea obligatorio siempre acudir a un especialista para valorar si el implante capilar es la opción más acertada para corregir el problema-, es momento de decidir en qué manos ponerse para realizar la operación.

Principales beneficios

  • Rápida recuperación: el mismo día recibe el alta médica, en menos de una semana vuelve a su ritmo de vida normal.
  • Precios competitivos: por todos es conocido el peso que tiene el turismo médico en países como Turquía, precisamente por todo lo relacionado con los implantes o injertos capilares, ya que pueden ser hasta un 75% más económicos que el mismo tratamiento en países como España.
  • Totalmente indoloro: es un procedimiento que se realiza con instrumentos de última generación y con técnicas tan modernas como la FUE, que extraen las unidades foliculares una a una en una zona preparada con anestesia local. Por eso, no duele ni deja ningún tipo de marcas o cicatrices.
  • Un procedimiento seguro: además de un seguimiento durante varios meses a cada uno de los pacientes, es un procedimiento que se caracteriza por no generar reacciones adversas o efectos secundarios, más allá de una hinchazón típica de la punción en las zonas donantes y receptoras.
  • Resultados permanentes: no solo se evidencian a corto plazo, sino que si el problema que presenta el paciente se resuelve con un trasplante de pelo, el cabello volverá a crecer con naturalidad en las zonas donde se ha implantado, obteniendo de esa manera resultados permanentes.

Ante todo, valorar si las condiciones para la operación se cumplen, mediante análisis por parte de un especialista. Tras eso, valorar las opciones de clínicas y cirujanos especializados, siempre considerando los costes, algo fundamental al pensar en un tratamiento estético.

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